IDIOTS, EL CORTOMETRAJE QUE PARODIA LA OBSOLESCENCIA PROGRAMADA.
IDIOTS:
Pasado un tiempo, llega un robot más grande, también de la marca iDiot, que provoca que poco a poco, todos los móviles se estropeen. Esto incita al resto de robots a comprar el siguiente modelo de móvil de la marca, el recién sacado al mercado: iDiot 5.
CRÍTICA:
Este
cortometraje es un comentario que critica por igual, tanto a
fabricantes como a consumidores.
Con
respecto a los fabricantes de los productos, se analiza la
obsolescencia programada, mediante la cuál, las empresas fabrican
una serie de productos con una vida útil limitada para forzar a los
consumidores a renovar de forma periódica sus productos, y a
hacerles ver que sus antiguos móviles, tablets, ordenadores,... son
ya inútiles y quedan obsoletos por el hecho de que salgan al mercado
nuevos modelos, con nuevas y mejores características y aplicaciones.
En
cuanto a los consumidores, la crítica que se realiza va de la mano
de la forma de consumo de la sociedad actual. Cada vez, la sociedad
renueva con más frecuencia aparatos eléctricos o electrónicos en
los que aún no se ha manifestado la obsolescencia programada y
todavía funcionan. A menudo se cambian por otros aparatos con
mayores avances en la tecnología y por el deseo insaciable de los
consumidores de disfrutar de esa tecnología punta y moderna en
cuanto aparece en el mercado.
Este
es un consumo a la par poco reflexivo y razonable, que provoca que
actuemos como autómatas, que se dedican simplemente a comprar, usar
y tirar, y así sucesivamente; lo que se puede manifestar en el vídeo
en el hecho de que las personas estemos representadas por robots.Así, nos damos cuenta de que la sociedad actual vive muy apegada a las nuevas tecnologías, y la mayoría de las personas han creado una auténtica dependencia hacia determinados aparatos electrónicos.
Además,
en el vídeo también se puede observar la influencia de las modas en
el hecho de que cuando un robot veía un vídeo o compraba algo por
internet, el resto hacía lo mismo y se veía influido por las
acciones de los demás, con lo que al final todos acababan por hacer
lo mismo y dejándose llevar por las masas.
LA OBSOLESCENCIA PROGRAMADA
La
obsolescencia programada es la programación del fin de la vida útil
de un producto, de forma que, tras un período de tiempo calculado de
antemano por el fabricante o empresa durante la fase de diseño de
dicho producto, este se vuelva obsoleto e inútil, y esto es debido a
que ningún producto puede permitirse una vida útil mayor a la
necesaria para mantener el ciclo de consumo.
Esto es sobre todo beneficioso para el fabricante, ya que en algún momento el producto fallará y obligará al consumidor a adquirir otro, ya sea mediante la compra de una pieza nueva para arreglar el producto, o, lo que es más común, comprar directamente un modelo más nuevo; lo que a su vez, aumenta la demanda de dichos productos.
La obsolescencia programada se utiliza en gran diversidad de productos, como son:
-MEDICAMENTOS, los cuales contienen una serie de componentes químicos con una vida útil limitada; sin embargo, algunos laboratorios reducen esa fecha de caducidad para obtener más ganancias, provocando que los pacientes desechen los fármacos supuestamente vencidos para adquirir otros.
-COMPONENTES ELÉCTRICOS Y ELECTRÓNICOS: normalmente, cuando un aparato electrónico de uso habitual falla, y el dueño lo lleva a reparar, en el servicio técnico le dicen que es más rentable comprar un producto nuevo que arreglarlo, pues el montaje de las nuevas piezas junto con la mano de obra cuesta más que adquirir uno nuevo, con lo que el dueño acaba por hacer esto último.
El problema de esto es que se genera una gran cantidad de residuos, pues este fenómeno ocurre en todo el mundo, día sí, día también, originando alrededor de 7 mil millones de kilogramos de desechos diarios. Además, gran cantidad de estos no son biodegradables y muchos de ellos son altamente contaminantes, lo que incide negativamente tanto en la integridad del entorno como en la salud de sus habitantes.
-SOFTWARE. En este caso, los consumidores se ven obligados a renovar o actualizar su versión de software, pues el fabricante no continuará con las actualizaciones de este. Por lo tanto, un software que no goce de una serie de actualizaciones periódicas, quedará por sí solo obsoleto.
El objetivo de la obsolescencia programada es el económico, por ello, otros fines como la conservación del medio ambiente pasan a un segundo plano.
La falta de una buena gestión de los productos que se vuelven obsoletos es un foco de contaminación, y el modelo económico contemporáneo promueve el consumo creciente, por lo que la sostenibilidad de este no está tan asegurada.
Además, los países en vías de desarrollo están siendo usados como vertederos de todos estos productos obsoletos, lo que está causando la contaminación y destrucción del medio ambiente de estos países.
OPINIÓN:
En cuanto a mi
opinión sobre el tema, debo decir, y aunque me cuesta admitirlo, que
es necesario que exista la obsolescencia programada para que las
empresas mantengan un nivel de ventas constantes, y no haya cada vez
menos puestos de trabajo; pues si estas empresas optaran por fabricar
productos con mayor calidad y duración, probablemente, no se
sostendrían, pues no venderían el mismo número de productos en el
mismo tiempo y no obtendrían beneficios. Es cierto que esto provoca
un modelo de consumo en la sociedad bastante irracional y gran
contaminación en los países menos pudientes, a los cuales, en vez
de llegar aparatos eléctricos y electrónicos que fomenten su
desarrollo, llegan aquellos ya inservibles y obsoletos, que lo único
que hacen es ocupar espacio, afectar a la salud de sus habitantes y
destrozar los parajes naturales que estos pudiesen tener. Sin
embargo, también es cierto que si hubiera una mejor gestión de
estos productos, la elaboración de estos con materiales reciclables
o biodegradables y se produjera un menor impacto en el medio
ambiente, esta podría llegar a tener más ventajas que desventajas.
Respecto a algún
caso personal, cuando llevaba ya cerca de un año o más usando mi
primer móvil, como cualquier otro día, la aplicación que tenía
abierta se quedó bloqueada, así que decidí apagarlo, y pasado un
tiempo lo encendí; sin embargo, en la pantalla sólo apareció el
logo de Samsung, se escuchó el tono del móvil, y seguidamente se
volvió a apagar; y cada vez que lo encendía sucedía lo mismo. Lo
llevé al servicio técnico, que me informó de que me costaría más
arreglarlo que comprarme uno nuevo, por lo que acabé comprándome
otro.
Al fin y al cabo,
parece ser que todos llevamos un iDiot dentro.
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